domingo, 24 de mayo de 2020

¿TE MOLESTAN LAS PIERNAS CON LA LLEGADA DEL CALOR?

El calor provoca la dilatación de las venas y que la sangre se acumule en las piernas produciendo la sensación de pesadez y cansancio. Si tienes varices, las molestias empeoran con las altas temperaturas.

La llegada del buen tiempo, este año, coincide con el final del confinamiento por la epidemia del Covid-19, por lo que es posible que hayas hecho menos actividad física y hayas ganado algo de peso.

El calor, el sedentarismo y el exceso de peso son causas suficientes para que este año se agraven los problemas circulatorios, pero de todos modos, si se te hinchan las piernas, tienes varices o molestias más importantes, debes acudir a un médico especialista para que valore las causas y estudie tu caso.

Si eres mujer y has estado embarazada, sobre todo en verano, recordarás la molesta hinchazón de pies y piernas, por tanto, el primer objetivo, además de hacer ejercicio, debe ser controlar el peso. Para saber si sufres sobrepeso, haz el siguiente cálculo: peso x estatura x estatura. Si el resultado supera la cifra de 25, debes adelgazar.

Además del peso, te preguntarás qué tipo de dieta debes seguir para que los beneficios se sumen a los de adelgazar.

Ahora vamos a repasar qué sustancias, contenidas en los alimentos, tienen algún tipo de efecto sobre el bienestar de nuestras piernas.

SODIO.

El sodio lo tomamos con la sal (cloruro sódico), tanto la sal que usamos en la cocina como la que llevan muchos alimentos elaborados.

Además, el sodio forma parte de algunas sustancias que se añaden a los alimentos, como el nitrato de sodio, benzoato de sodio, propionato de sodio y una larga lista de aditivos que encontrarás en productos tan dispares como el fiambre o algunos panes.

El sodio provoca retención de líquidos, por tanto, la reducción de ésta en tu dieta aliviará bastante la hinchazón de las piernas.

Acostúmbrate, poco a poco, a comer sin sal y mira las etiquetas para evitar comprar productos que contengan mucha sal o aditivos con sodio.

Te paso una lista de alimentos con alto contenido en sodio:

1.       Quesos.

2.   Carnes y pescados en conserva, ahumados o todos los derivados (embutidos, charcutería, patés etc.).

3.       Verduras en conserva.

4.       Frutos secos salados.

5.       Aceitunas y similares.

6.       Elaboraciones a partir de harinas como pan, galletas o aperitivos con sal.

7.  Productos elaborados, precocinados o procesados con sal como salsas, caldos, comidas precocinadas o preparadas, aperitivos etc.

A la hora de cocinar, prueba a hacer las verduras al vapor y usa hierbas o especias para evitar tener que añadir sal.

AGUA.

                Si bebes agua embotellada, elige la que tenga una mineralización muy débil, con ello aprovecharás el efecto diurético de estas aguas. Fíjate en el contenido en sodio y residuo seco, y elige la que menos tenga.

La aguas más ricas en sodio son las minerales con gas natural.

FIBRA.

                Junto al agua, una dieta rica en fibra evitará el estreñimiento. 

                La dificultad para evacuar provoca un incremento en la presión intraabdominal que dificulta el retorno venoso de la sangre desde las piernas al corazón.

Son alimentos ricos en fibra, todos los vegetales, fruta, verdura, legumbres, cereales integrales y frutos secos.

No debes aumentar su consumo de manera brusca, hazlo poco a poco para que tu aparato digestivo se habitúe a la fibra y no tengas problemas de gases.

La fibra debe ser soluble e insoluble y no es conveniente superar los 35 g/día.

ALCOHOL.

Aunque no existan pruebas de que el alcohol provoque insuficiencia venosa, sí que empeora los síntomas, por tanto es preferible evitarlo.

ALIMENTOS CONCRETOS.

En Internet encontrarás mucha información acerca de los beneficios de algunas sustancias como la hesperina y la vitamina C de los cítricos; la diosmina y flavonoides en general, de las frutas y verduras; la bromelina de la piña, etc. 

Debes saber que algunos de estos fitoquímicos se encuentran, en forma concentrada, en algunos fármacos para las alteraciones del sistema venoso, pero su consumo a partir de los alimentos que los contienen no produce un efecto ni mucho menos similar. Los beneficios de consumir frutas y verduras son muy importante para la salud en general, pero por ejemplo, por tomar piña todos los días no vas a mejorar de manera apreciable.

DIETA SALUDABLE.

                Comer alimentos concretos, como te digo, no va a hacer que tengas una mejoría espectacular, sin embargo, la suma de todos los pequeños beneficios de una dieta saludable te ayudará en muchos sentidos, reducir el colesterol y triglicéridos en sangre, fortalecer los vasos sanguíneos, reducir el riesgo de coágulos, aumentar la flexibilidad de los capilares o reducir el estado inflamatorio.

RESUMEN.

Para mejorar los síntomas de las alteraciones vasculares en las piernas y pies, tras acudir a tu médico, y si ya sigues una dieta saludable,  céntrate en:

1.       Reducir el consumo de sal y de aditivos con sodio.

2.       Evitar el estreñimiento aumentando poco a poco la fibra de tu dieta.

3.        Beber agua de mineralización muy débil.

4.       Adelgazar hasta situarte en un Índice de Masa Corporal por debajo de 25 kg/m2.

5.       No consumir bebidas alcohólicas.

 

 


martes, 28 de abril de 2020

ALIMENTOS QUE PUEDEN PROVOCAR MIGRAÑA



     Una migraña es un dolor de cabeza muy intenso que puede ser pulsátil y sentirse solamente en un lado de la cabeza. Puede ir asociado a náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz y al sonido.

     Antes de seguir leyendo, revisa si sufres algún tipo de dolor de cabeza más de 15 días al mes,  si tienes una crisis de migraña al menos 8 días al mes o si cuando sufres migraña no consigues mejorar con la toma de medicamentos, en estos casos debes ponerte en manos de un neurólogo.

     Si tu médico ha descartado un problema neurológico puedes pensar en otras causas como las que voy a exponer en esta entrada.

     En los alimentos existen sustancias que pueden desencadenar  cefaleas y más concretamente migrañas, como la tiramina o la histamina; también existen otras que son el producto del metabolismo y que no generan problemas a no ser que se acumulen, es el caso de la homocisteína.

     ¿Por qué no se pueden eliminar?.  Dejando de lado que a veces la ingesta de estas sustancias es tan grande que se produce cierta intoxicación como cuando comemos pescado en malas condiciones, algunas personas no pueden eliminar o metabolizar adecuadamente la tiramina, la histamina o la homocisteína.

     Las razones para que ocurra esto son variadas, una de ellas es que los genes relacionados con la eliminación o metabolización correcta de estas sustancias hayan sufrido variaciones y den lugar a enzimas con poca o nula actividad.

     Además, algunos alimentos o fármacos pueden bloquear e impedir la función normal de estas enzimas, así que aunque las produzcamos, tomar estos alimentos o tratamientos, pueden desencadenar migraña.

     Existen diferentes pruebas analíticas para determinar si la causa de la migraña está relacionada con estas sustancias así como estudios que descartan que la migraña sea un efecto secundario de otras patologías como el déficit de algunas vitaminas (D o vitaminas B), la celiaquía o la malabsorción de nutrientes.

     Es mucho más difícil sacar conclusiones observando qué alimentos desencadenan la migraña por dos motivos:

1.    El contenido en tiramina o histamina varía mucho, por ejemplo, el vinagre balsámico puede contener una cantidad despreciable o llegar a 4000 mg/litro de histamina. Por eso es muy común observar que  a veces un alimento desencadena la crisis migrañosa y otras veces se tolera sin ningún tipo de problema.

2. A veces la migraña aparece muchas horas después de haber consumido el alimento que la desencadena.

     Teniendo en cuenta todo lo explicado hasta ahora vamos a repasar qué alimentos se han relacionado con las migrañas, pero antes atentos al ayuno, ya que no comer durante horas puede ser la razón de estas cefaleas. No es necesario realizar dietas basadas en ayunos para provocar dolor de cabeza, sería suficiente con comer a las 14 h y no cenar hasta las 22 h., esto equivale a 8 horas sin ingerir alimentos.

Alimentos ricos en tiramina:


  •       Bebidas: vino y cerveza.
  •          Alimentos fermentados o curados: quesos curados o fiambre.
  •      Verduras: guisantes, judías verdes y habas.
  •          Frutas: pasas, plátanos o aguacates muy maduros.
  •        Otros: carnes que se hayan conservado en la nevera varios días, sopas envasadas, salsa de soja, levadura de cerveza, alimentos cocidos y guardados en la nevera.

Alimentos ricos en histamina (las cantidades pueden variar mucho pudiendo llegar a ser indetectables o muy altas), o que provocan su aparición:


  •          Bebidas: alcohol.
  •          Lácteos: leche (proteína láctea) y quesos madurados.
  •          Hortalizas y verduras: productos fermentados, espinacas, tomate y berenjenas.
  •          Frutas: cítricos, kiwi, piña, fresas, papaya y plátano.
  •       Carnes y pescados: Carnes y pescados no muy frescos, conservas de pescado, mariscos, fiambres (chorizo, salchichón, fuet, sobrasada, salami).
  •       Otros: chocolate, vainilla, huevo (clara de huevo).
  •        Aditivos: glutamato, benziato, E-102, E-110, E-124, E-123, sulfitos y nitritos.

     En el caso de la homocisteína, lo aconsejable es hacer un estudio genético para determinar la funcionalidad del gen de la MTHFR. En caso necesario la dieta deberá ser suplementada con ciertas vitaminas.


domingo, 5 de abril de 2020

ALIMENTOS PARA FORTALECER EL SISTEMA INMUNITARIO DE NUESTROS HIJOS


Los niños y adolescentes son el grupo poblacional más afectado por el estado de alarma. Los cambios en su rutina diaria fueron notables, sobre todo los primeros días del confinamiento,  y es posible que debido a éstos, las rutinas alimentarias se vieran alteradas.

Poco a poco, con el paso de los días, la mayoría ha reiniciado  actividades  como las escolares o de actividad física, aunque sea en casa.

 En este momento, debemos asegurarnos de que los hábitos dietéticos también se normalizan. 

Para hacerlo debemos reordenar los horarios. Es posible que la inactividad y el aburrimiento  provoquen más apetito y les haga caer en la tentación de picar a todas horas. Del mismo modo que  los profesores han puesto deberes online, y los entrenadores han preparado programas  de ejercicio físico, los padres debemos responsabilizarnos de la alimentación de nuestros hijos para que su nutrición sea óptima y eso pasa, para empezar, por comer a las horas.

A partir de ahí hay muchos aspectos de los hábitos dietéticos que podemos revisar. Es posible que ahora tengamos tiempo para prestar atención a la dieta  de toda la familia y promover pautas que la mejoren.

La causa que nos ha llevado al confinamiento es un virus que está incidiendo  de manera muy notable sobre la salud de las personas que tienen deprimido su sistema inmunitario y que sufren determinadas patologías.

Aunque los jóvenes sanos no sean grupo de riesgo,  es el momento de tomar conciencia de la importancia de la nutrición para hacer frente a las infecciones víricas de la mejor manera posible.

Aunque una alimentación saludable mejore nuestro sistema inmunitario, dentro de ella hay una serie de nutrientes que son especialmente importantes. Es lo que paso a explicaros.

La deficiencia de VITAMINA A afecta a las membranas mucosas y a la inmunidad celular, aumentando  el riesgo de infecciones víricas, y particularmente las respiratorias. 

Las VITAMINAS D y B6,  el ZINC, el BORO y el HIERRO también tienen una especial relevancia en el mantenimiento de las defensas.

Además de los nutrientes, existen otras sustancias como los DIALILSULFUROS y el ÁCIDO ELÁGICO que afectan a la inmunidad. Los dialilsufuros refuerzan la producción de enzimas que benefician el sistema inmunitario y el ácido elágico puede tener efectos antivíricos y antibacterianos.

Para que todas estas sustancias puedan proteger a vuestros hijos  de esta pandemia y de otras infecciones, os aconsejo seguir las siguientes pautas dietéticas:
  
1. Consumo de vegetales de color intenso, sobre todo  zanahoria o  tomate, a diario. Alguna vez a la semana podéis incluir también las espinacas, col rizada o verduras similares, y el pimiento rojo. La zanahoria en palitos, rallada, o en puré, suele ser bien admitida por los niños. En el caso del tomate, la preparación en ensalada, gazpacho o frito es fácil de incluir en cualquier menú.

2. Además de los vegetales indicados, el consumo de otras familias de hortalizas en la comida y la cena, así como la fruta, debe ser innegociable.

3. Para reforzar el sistema inmunitario destacan las cebollas, ajos y puerros (dialilsulfuros), y las fresas, grosellas, granadas y arándanos (ácido elágico). Aprovechad que estamos en época de fresas.

4.  El alimento con mayor contenido en vitamina A es el hígado, así que podéis recuperar alguna receta tradicional con este alimento, y aprovechar el hígado de las sardinas en conserva u otros pescados.

5.  Asegurad un consumo semanal de 2-3 huevos, ya que la yema es muy rica en vitamina A.

6. 2 raciones de leche cada día, elegid la que está enriquecida con vitaminas A y D, y completad sus menús con queso  o empleadlo en  los bocadillos.

7.  Pescado azul, 1-2 veces a la semana. La opción del pescado azul en conserva como el atún para la pasta, para los bocadillos o en ensalada, así como las sardinillas o los lomos de caballa pueden ser una alternativa al pescado fresco.

8. Legumbres, 2-3 veces a la semana. Además de las secas, recordad que los guisantes y las habas también son legumbres. Os aconsejo que preparéis purés con los ingredientes habituales, añadiendo garbanzos o lentejas sin piel.

9. Los frutos secos (nueces, almendras, avellanas)  y los cacahuetes,  deben formar parte de la dieta, son un complemento ideal al típico plato único de nuestra gastronomía.

10. La carne roja, que aunque tiene mala prensa a nivel popular, se puede consumir una vez por semana con el objetivo de aprovechar su alto contenido en zinc y hierro biodisponible.


domingo, 18 de agosto de 2019

CANDIDIASIS VAGINAL Y ALIMENTACIÓN


Voy a escribir sobre la Candidiasis vaginal porque en una charla TED  la oradora (no es médico ni personal sanitario) volvió a afirmar que el consumo de azúcar y determinados alimentos favorecían el crecimiento de Candida que es el microorganismo que produce Candidiasis, y por tanto, que eliminarlos cura la enfermedad. Esto no es cierto, y aunque sea positivo evitar alimentos de baja calidad nutritiva como el azúcar, creo que es bueno que las mujeres que sufren esta infección tengan los conceptos claros.

¿QUÉ ES LA CANDIDIASIS  VULVOVAGINAL (CVV)?

La candidiasis vulvovaginal (CVV) es una infección producida por el hongo Candida albicans u otras
especies de candida como C. glabrata, C. krusei y C. tropicalis. La C. albicans provoca entre el 67 y el 95% de los casos, las otras, aunque son menos frecuentes, se caracterizan por ser resistentes al tratamiento. 

¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS?

Los síntomas son: prurito vulvar, dispareunia (coito doloroso), leucorrea (secreción genital blanquecina), quemazón, inflamación, disuria (dificultad para orinar acompañada de dolor) y polaquiuria (aumento diario de las micciones), eritema, edema y fisuras en la vulva. Se intensifican la semana previa a la menstruación, mejoran con ella y empeoran después de la relación sexual.

Estos síntomas no son exclusivos de la candidiasis vulvovaginal (CVV), por ese motivo el diagnostico lo tiene que realizar un ginecólogo.
Debería realizarse siempre un cultivo de hongos para determinar la especie de Candida responsable de la patología. Como existen algunas especies de Candida que no pueden erradicarse con el tratamiento habitual, es necesario saber de cuál se trata para administrar el más adecuado.

CAUSAS

La población de Candida albicans que se encuentra de manera natural en la zona vaginal no produce síntomas a excepción de determinados casos. Aunque se considera que sería suficiente con mantener la cifra por debajo de 104 microorganismos/ml., el estudio de la biología de Candida ha permitido conocer la complejidad del proceso que desemboca en la candidiasis, el cual no tiene porqué tener relación directa con la densidad de la población de estos hongos, es decir, NI LA EXISTENCIA DE ESTE HONGO NI LA CANTIDAD TIENEN RELACIÓN DIRECTA CON LOS SÍNTOMAS.
Los síntomas son causados por la liberación de toxinas o enzimas extracelulares y por la reacción inflamatoria del propio sistema inmune de la zona. La sensibilidad a estas sustancias aumenta cuando la paciente ha sufrido candidiasis de forma recurrente.

La CVV afecta al 75% de las mujeres en edad reproductiva, al menos una vez en su vida. Se considera que es recurrente (CVVR) cuando la paciente presenta esta afección en al menos cuatro ocasiones a lo largo de doce meses. La prevalencia de CVVR es del 9%.

Los factores que predisponen al desarrollo de CVV son: inmunosupresión, sexo oral, píldora
contraceptiva, promiscuidad, uso de antibióticos, embarazo y diabetes.

Cuando la CVV es crónica existen otras causas que pueden provocar las recidivas, como son, utilizar ropa interior sintética y apretada, bañarse en piscinas excesivamente cloradas, limpiarse, tras la defecación, hacia adelante, no cambiarse las bragas diariamente, usar la misma compresa cuando se tiene la menstruación, durante demasiadas horas y el uso de algunos jabones.

Para prevenir la CVV mediante hábitos rutinarios es aconsejable seguir una dieta equilibrada, usar ropa interior de algodón, limpiarse, al defecar, siempre de delante hacia atrás, emplear tampones, en lugar de compresas, y en caso de usar éstas, se deben cambiar frecuentemente, mantener una higiene basada en el cambio diario de la ropa interior y lavarse con jabones neutros.

La CVV puede darse en ausencia de los factores predisponentes expuestos. Esto es así porque existe un componente genético. El tracto reproductor femenino tiene su propio sistema de inmunoregulación. Las células epiteliales de la mucosa vaginal son capaces de detectar la presencia de microorganismos patógenos y oportunistas y enviar señales de activación para la secreción de mediadores inmunes como péptidos antimicrobianos. También puede detectar si los hongos se encuentran en una fase llamada pseudohifa, que es peligrosa, y desarrollar una respuesta inflamatoria local. Si esta inflamación es agresiva se producen síntomas y si no lo es, la mujer se mantiene asintomática. Todo este proceso implica la expresión de diferentes sustancias proteicas, y por tanto, la posibilidad de que mutaciones o polimorfismos en los genes correspondientes, afecten al desarrollo de esta patología.

TRATAMIENTO

Durante los últimos años se han desarrollado diferentes líneas de investigación que han permitido avanzar en el conocimiento de la candidiasis y que han cambiado el enfoque en el tratamiento de esta dolencia.

Los tratamientos reconocidos como efectivos en la actualidad se basan en el uso de antimicóticos (fármacos que impiden el crecimiento de hongos), ninguno de los tratamientos tiene en consideración estrategias dietéticas. Sin embargo, los hábitos dietéticos saludables pueden ayudar a la prevención de la CVV  como ocurre con la mayoría de
enfermedades.

A pesar de que no existe un tratamiento dietético reconocido como efectivo, desde ámbitos poco científicos, se defiende la teoría de que dado que las mujeres diabéticas son más proclives a desarrollar candidiasis por las hiperglucemias propias de su enfermedad, la glucosa debe ser eliminada de la dieta para evitar el crecimiento de las bacterias. Según esta hipótesis, evitando que los hongos puedan alimentarse de azúcar, se erradicaría la infección. Sin embargo, la causa de que las mujeres diabéticas sufran más CVV no está directamente relacionado con la hiperglucemia, sino que es el efecto de ésta sobre el sistema inmunitario provocando una inmunosupresión en la que la función de los neutrófilos y las células inmunitarias está alterada y existen anormalidades en la adherencia de los granulocitos, la quimiotaxis, la fagocitosis y la función microbicida. La reducción drástica de los hidratos de carbono de la dieta, tanto en el caso de mujeres diabéticas como no diabéticas, puede empeorar su sistema inmunitario, por tanto, se recomendará una dieta equilibrada en cuanto a aporte de hidratos de carbono, evitando favorecer los picos de glucemia. Se deben tomar alimentos ricos en hidratos de carbono complejos como los cereales integrales o azúcares simples naturalmente contenidos en alimentos como la fruta.

En cuanto al empleo de suplementos dietéticos como coadyuvantes del tratamiento antifúngico, se ha estudiado el papel de los lactobacilos y otras bacterias de la flora normal. El estudio PROBIT concluyó que los probióticos y prebióticos son recomendados por los ginecólogos, que éstos ayudan a aumentar la eficacia del tratamiento y sobre todo a evitar las recidivas. Se han estudiado algunos tipos de lactobacilos porque producen ácido láctico y agua oxigenada que eliminan los microorganismos que pueden llegar a la vagina desde el intestino y también controlan la densidad de los patógenos potenciales. En mujeres diabéticas y embarazadas, en las que también se produce cierta inmunosupresión para evitar el rechazo del embrión, o en otras situaciones en las que existe una afectación del sistema inmune, estos aportes de bacterias por vía oral pueden ser de interés.

CONCLUSIONES

1. Las dietas desequilibradas puedan debilitar el sistema inmunitario de las mujeres, por eso es importante seguir una alimentación saludable.

2. No existen dietas que curen la CVV aunque la mejora del estado nutricional, en algunos casos, sea una ayuda muy importante.

3. En cuanto a la toma de prebióticos y probióticos, aunque son necesarios más estudios, su uso, en principio, es seguro y puede emplearse como coadyuvante al tratamiento farmacológico. Nunca será suficiente como terapia única una vez se haya desarrollado la candidiasis.

3. La eliminación del azúcar de la dieta no puede emplearse como remedio, se debe acudir al médico para que elija el tratamiento más adecuado en cada caso.

domingo, 26 de agosto de 2018

ICTUS E INFARTOS. PARTE FINAL.


La semana pasada impartí una conferencia sobre la relación entre la dieta y el colesterol, la tensión arterial y la diabetes.

Una de las asistentes intervino para compartir que su marido había fallecido hacía 5 meses de un infarto de miocardio. No hizo referencia alguna a si su alimentación respetaba las recomendaciones dietéticas que había explicado en mi exposición o si presentaba sobrepeso, solo destacó que los análisis estaban bien, es decir, no tenía colesterol ni era diabético.

Efectivamente, no todas las personas con valores normales en sangre de colesterol o glucosa, o sin hipertensión, están a salvo, ni las que presentan estos factores de riesgo van a sufrir un infarto o un ictus de manera irremediable. Comento esto porque ya expliqué en la entrada anterior que hay factores de riesgo que no se muestran en los análisis rutinarios, como el estrés oxidativo. Ni siquiera podemos estar seguros de que una dieta saludable, hacer ejercicio y evitar el tabaco sean un seguro de vida.

Hace unos días, el marido de una paciente, que ha sufrido dos infartos, estaba seguro de que la culpa de lo que le había pasado había sido del estrés.

En cualquier caso, ante cualquier factor negativo, incluso aunque exista una predisposición genética, no puede cuestionarse que lo que comemos marca la diferencia entre sufrir un evento cardiovascular o no, o entre sobrevivir o no.

Voy a exponer, a modo de resumen, los consejos dietéticos que pueden reducir de manera muy importante el riesgo de sufrir un problema cardiovascular y sus secuelas.

Vaya por delante que hay que eliminar el tabaco y el estrés.

Basándome en el modelo de dieta más extendido entre la población española, enumeraré los cambios que hay que hacer en la alimentación diaria. Por cierto, de momento plantéate llevar a cabo uno o dos de estos cambios, y luego continúas aplicando estas recomendaciones. Ir poco a poco, te facilitará la labor, porque cambiar los hábitos dietéticos  no es fácil.

Perdón, una cosa más. Fíjate en las dos imágenes de abajo. La de la izquierda es una arteria parcialmente obstruida, que en poco tiempo podría evolucionar y bloquear por completo el riego sanguíneo. La de la derecha es la misma, tras la realización de una dieta saludable. Las fotografías fueron tomadas en 1972 por ML Armstrong. Como puede observarse, una dieta adecuada obra milagros.

Con la información que tenemos a día de hoy, lo que aconsejo para reducir el riesgo de sufrir un infarto o un ictus es lo siguiente:

1.       Sustituye:
·         La leche semidesnatada o entera, por leche desnatada.
·         La nata, mantequilla, margarina y otras salsas, por aceite de oliva virgen.
·         Algún plato de carne por pescado hasta igualar la cantidad de pescado consumido respecto a la de carne.
·         Algún plato de carne por frutos secos (un puñado de unos 30 g).

2.       Elimina:
·         Bollería y alimentos azucarados de tu rutina diaria.

3.       Aumenta:
·         El consumo de legumbres hasta 3-4 veces por semana.
·       El consumo de frutas y verduras hasta, por lo menos, 5 raciones al día. Una ración será en crudo (ensalada).
·         Los alimentos integrales (ricos en fibras).

4.       Reduce:
·    El consumo de carnes grasas y derivados cárnicos como las hamburguesas, embutidos o fiambres.
·        La cantidad de sal que añades o los alimentos que llevan sal.

5.       Utiliza siempre aceite de oliva virgen.

Podría añadir o puntualizar bastantes recomendaciones más, pero con esto y aplicando técnicas culinarias tradicionales como el sofrito y el empleo del plato único, la mejoría de la salud cardiovascular puede mejorar considerablemente.
Y para finalizar, hay una serie de hábitos de vida que se suman a los beneficios de una dieta cardioprotectora como hacer la siesta, tomarse la vida con filosofía, hacer actividad física o reunirse con amigos.

sábado, 9 de diciembre de 2017

¿PODEMOS EVITAR LOS ICTUS Y LOS INFARTOS?. Parte II. Las causas.


¿PODEMOS EVITAR LOS ICTUS Y LOS INFARTOS?. Parte II, Las causas.

En la primera parte acabé enumerando los factores de riesgo  que clásicamente se han considerado responsables de los infartos y los ictus:
-         la hipertensión arterial
-         el colesterol elevado
-         el tabaco
-         la obesidad
-         el sedentarismo
-         la edad avanzada

Adelanté que publicaría información sobre las verdaderas causantes, es decir, alteraciones bioquímicas que pueden controlarse con la dieta.

¿ Acaso los factores de riesgo de la lista no son los responsables de los ictus y los infartos?. Directamente, no, es decir, es como afirmar que conducir mata. La mayoría de los conductores no van a sufrir un accidente mortal en su vida, ahora bien, si uno se pone al volante bebido y conduce por una carretera con hielo, tiene las horas contadas.

En el caso que nos ocupa, a qué equivalen las placas de hielo y el alcohol?. Empecemos hablando del ESTRÉS OXIDATIVO.

El estrés oxidativo es el factor clave en el desarrollo y progresión de las enfermedades cardiovasculares así como en el de otras muchas.

Se produce cuando en nuestro cuerpo existe una cantidad excesiva de radicales libres, que son especies químicas que dañan las células, todas las células de nuestro cuerpo, por tanto tienen la capacidad de provocar enfermedades tan distintas como las cardiovasculares, las neurodegenerativas o el cáncer.

Es inevitable que nuestro metabolismo produzca radicales libres, es inherente a la propia vida. Si dejamos una pieza de hierro cerca del mar seguro que se oxida…. o no, todo depende de si lo hemos protegido adecuadamente de la humedad. Algo parecido sucede con nuestras células, que están sometidas a un riesgo de destrucción por el propio paso de los años, pero que gracias a la alimentación podemos modular.

¿Cómo nos podemos proteger del estrés oxidativo?. Existen tres formas:

1.     Tomando antioxidantes para anular los radicales libres.
2.     Realizando actividad física moderada.
3.    Evitando hábitos que aumenten la producción de dichos radicales libres como el ejercicio de alta intensidad o fumar.


La actividad física moderada aumenta la producción de antioxidantes endógenos, por eso, evitar el sedentarismo se asocia a una mejor salud.

Respecto a las sustancias con capacidad para “destruir” los radicales libres, es decir, con poder antioxidante, de momento, las que mejor se han descrito son las siguientes:

-         Betacarotenos.
-         Flavonoides.
-         Selenio.
-         Vitamina A.
-         Vitamina E.
-         Vitamina C.

¿Podemos tomarlas en suplementos dietéticos?. No debemos hacerlo porque existe la certeza de que tomadas en grandes cantidades (suplementos) pueden ser perjudiciales e incluso aumentar el riesgo de sufrir algunos cánceres. Si estas sustancias las obtenemos de nuestra dieta son totalmente beneficiosas.

Los betacarotenos y los flavonoides son las sustancias que dan el color a las verduras y las frutas, es el caso de la zanahorias, pimientos rojos, tomate, espinacas o la yema del huevo.

El selenio se encuentra repartido en la naturaleza en alimentos muy diferentes. Forma parte de las sustancias que el propio cuerpo fabrica para luchar contra los radicales libres, de ahí su importancia. Es abundante en las nueces de Brasil, el marisco o la carne.

La vitamina A puede producirla el organismo a partir de los betacarotenos, y como tal vitamina A está presente en el hígado de pescado y carne, porque es donde se almacena; en la leche entera o enriquecida con vitamina A y sus derivados, como el queso; en el pescado azul, y en los huevos.
La vitamina E la ingerimos a través de los aceites vegetales y de los frutos secos.

La vitamina C, como todo el mundo sabe, es fácil de obtener comiendo cítricos, kiwi, fresas u otros vegetales.

Para finalizar esta parte recalcaré que para que se forme la placa de ateroma que describí en la entrada anterior, debe producirse la oxidación de las lipoproteínas LDL (colesterol malo), entre otras sustancias. No es tan peligroso, pues, tener alto el colesterol LDL como tener cifras más bajas pero presentar estrés oxidativo. 

lunes, 14 de agosto de 2017

¿PODEMOS EVITAR LOS ICTUS Y LOS INFARTOS?. Parte I.

  
 Hace unas semanas impartí una charla sobre alimentación y riesgo cardiovascular y dado que algunas personas interesadas en el tema no pudieron oírla, intentaré hacer un resumen que aparecerá en el blog en varias entregas. Seguramente añadiré algún dato o comentario nuevo.

PARTE I: Las cifras.

 En España, cerca de 100.000 personas sufren un infarto de miocardio cada año, 33.000 fallecen antes de llegar al Centro de Salud, y 130.000 son víctimas de un ictus. Esto supone cerca de 70.000 fallecimientos. Anoche mismo falleció Terele Pávez, actriz, a los 78 años, de un ictus que le ha robado unos 7 años de vida.

 En el 40% de los casos de ictus, las secuelas producen una incapacidad grave. Pensemos lo que supone esto para la vida de la pareja y cómo cambia el día a día de toda la familia. Todos conocemos casos, por desgracia, de personas cada vez más jóvenes, cuyas consecuencias repercuten de manera definitiva para el resto de sus vidas.

 Antonio Banderas habla en El PAIS de lo que le ocurrió en enero: “Sufrí un ataque al corazón el 26 de enero, pero tuve mucha suerte, fue benigno y no ha dejado daños". "Me sometí a una intervención en la que se me implantaron tres stents en las arterias coronarias”.
Imagino que dice que su infarto fue benigno porque no lo mató. También reconoció que se está replanteando muchas cosas, o sea, cambiar sus hábitos de vida tal y como le han aconsejado sus médicos de Ginebra. Por cierto, no me parece correcto que los medios de comunicación hablen de "pequeño susto" al hecho de sufrir un infarto, a lo mejor es pequeño porque uno no es consciente de lo que le ha ocurrido 

 Reducir el número de fallecidos o la gravedad de estos eventos es muy sencillo, la dificultad está en que la población aprenda a hacerlo, mejor dicho, que le lleguen correctamente las recomendaciones dietéticas y de estilo de vida, para poder lograrlo.

 Antes de explicar cómo podemos, con cambios en nuestra dieta diaria, reducir el riesgo de sufrir ictus e infartos,  voy a dar algún dato más sobre la evolución de estas enfermedades.

 El más importante es que es un  proceso muy lento que no suele dar señales de alerta, porque no produce dolor ni ningún otro síntoma hasta que se produce el desenlace final. A partir de los 40 años empiezan a darse casos, los cuales se van incrementando a medida que aumenta la edad.

 Difícilmente pueden producirse antes de los 40 años, ya que es un proceso, como digo, lento y muy complejo. Participan muchos factores y al final se obstruye parcial o totalmente el flujo sanguíneo por la llamada placa de ateroma.

 En la imagen está coloreada en amarillo dicha placa. Además, la placa de ateroma puede romperse con facilidad, provocando desprendimientos que obstruyen o rompen  los vasos en zonas alejadas.

 Evidentemente,  las consecuencias de este proceso no se reduce a los infartos y los ictus nombrados en el título, van a producir alteraciones de la salud muy variadas. Por poner un ejemplo, la causa más común de la disfunción eréctil en hombres mayores de 40 años es ésta.
Los factores que clásicamente se han considerado responsables de los infartos y los ictus son la hipertensión arterial, el colesterol alto, el tabaco, la obesidad, el sedentarismo y la edad avanzada entre otros, sin embargo, en los próximos textos que publicaré, especificaré las verdaderas alteraciones bioquímicas que deben evitarse (o pueden mejorarse) mediante la dieta. También introduciré el papel que juega la genética en todo esto. En España, de 1,5 a 2 millones de hombres, entre 25 y 70 años, sufre disfunción eréctil, y la causa es, entre el 60 y el 80 %, vascular.

 Los factores que clásicamente se han considerado responsables de los infartos y los ictus son la hipertensión arterial, el colesterol alto, el tabaco, la obesidad, el sedentarismo y la edad avanzada entre otros, sin embargo, en los próximos textos que publicaré, especificaré las verdaderas alteraciones bioquímicas que deben evitarse (o pueden mejorarse) mediante la dieta. También introduciré el papel que juega la genética en todo esto.